Combatir el crimen de forma efectiva requiere mucho análisis y pensamiento. Implementar estrategias que han funcionado en otras jurisdicciones con retos de seguridad es lo que nos ayudará a que nuestras comunidades cuenten con mayor patrullaje preventivo, y que nuestros espacios públicos y comunes sean lugares seguros para todos, especialmente en el Precinto 4 de San Juan.
Es urgente que en el esfuerzo colectivo por combatir la ola de violencia que arropa a nuestras comunidades y a las de todo Puerto Rico, siempre se tenga claro que el propósito de esta lucha es lograr una mejor calidad de vida para nuestra gente. Es necesario señalar que una de las prioridades en mi agenda legislativa, cuando sea el próximo representante del Precinto 4 de San Juan, será el rescatar nuestras calles y parques para terminar con la cultura del miedo y poder sentirnos más seguros.
Lograr para nuestra gente tranquilidad y más seguridad es el principal punto en la agenda del cambio que nos une a todos. La combinación de propuestas y contenido para actuar frente al crimen, combinado con la atención y reconstrucción de nuestros espacios públicos y comunes es lo que nos dará éxito de cara al futuro.
La Agenda de Seguridad y Prevención del Precinto 4 de San Juan está dirigida en 4 pilares; unidad, comunicación, acción y prevención.
Pilares
Unidad y Comunicación
La unidad de esfuerzos y recursos es vital para lograr tener comunidades más seguras. Los planes de seguridad implementados en el pasado no necesariamente han sido coordinados efectivamente entre las fuerzas que combaten el crimen en nuestras calles; por eso en los últimos años el componente de seguridad que le toca velar las por el cumplimiento de la ley y el orden en las comunidades del Precinto 4 de San Juan no ha tenido éxito en enfrentar la delincuencia y en proteger a nuestra gente. Para eso, implementaremos legislación que buscará crear mediante ley una alianza de esfuerzos que con carácter de urgencia establecerá una colaboración entre las que Policías Municipales, la Policía Estatal y las autoridades Federales. La comunicación y la unidad de propósitos es necesario que se materialice con estrategias para combatir la criminalidad de forma más efectiva, velando por los mejores intereses de las comunidades y más cuando hemos tenido una reducción sustancial en la cantidad de miembros de la Policía Estatal y la Policía Municipal en San Juan. En la unidad de todos contra el crimen es como lograremos ser efectivos para darle a las comunidades del Precinto 4 de San Juan tranquilidad y calidad de vida.
Acción
La mejor acción que podemos realizar para combatir efectivamente el crimen, es integrando a todos los sectores de la comunidad. Eso incluye desde la familia, los líderes comunitarios, al sector comercial y así también a los Consejos Vecinales de Seguridad que se crean para finales de los años 80’. En nuestra Agenda de Seguridad y Prevención para el Precinto 4 de San Juan, hemos decidido presentar nueva legislación para enmendar las disposiciones actuales de la ley que permite la funcionalidad de los Consejos Vecinales de Seguridad, con el fin de que los mismos tengan una ley más moderna en donde se puedan incluir disposiciones que fomenten, que incluso, sectores más jóvenes en las comunidades se integren a estos grupos comunitarios que han resultado de gran herramienta a la hora de atender el tema de la criminalidad de forma integrada. La intervención comunitaria es una herramienta muy útil que serviría como una herramienta más de colaboración con los componentes de ley y orden a nivel municipal y estatal.
Prevención
La clave de la prevención es precisamente la comunicación y la coordinación de los esfuerzos municipales y estatales en comunicación siempre con las autoridades federales. Por eso el legislar las alianzas contra el Crimen es necesaria para que sea el vehículo que propicie una acción más efectiva. Además, es importante integrar a las comunidades del Precinto 4 de San Juan con programas sociales y comunitarios, tales como los “Acuerdos de Paz” que ha implementado la organización con éxito Taller Salud en el municipio de Loíza. Dicho programa emula el “CVI” (Cuerpos Comunitarios de Prevención) que se han implementado con éxito en ciudades de los Estados Unidos como lo son la ciudad de Chicago, Oakland, Nueva York y Filadelfia.
¿Qué son los programas CVI y cómo están estructurados?
Los programas de CVI trabajan para reducir los homicidios y tiroteos a través de esfuerzos conjuntos entre los componentes violentos de la comunidad, las personas más afectadas por el crimen y el gobierno. Estos programas conectan a las personas con mayor riesgo de cometer o experimentar violencia con miembros de la comunidad que han recorrido un camino similar, pero existe una relación de respeto. A través de estos esfuerzos conjuntos arraigados en las comunidades a las que sirven, los programas de CVI pueden identificar los mejores servicios y recursos para apoyar vías alternativas para la resolución de conflictos.
Los programas de interrupción de la violencia están dirigidos por intervencionistas que viven en la comunidad y pueden construir relaciones de respeto con los participantes debido a su experiencia vivida. Los programas se centran en construir relaciones, apoyar a los sobrevivientes de la violencia e implementar soluciones de justicia que reúnan a quienes han perpetrado y han sido víctimas del crimen para ayudar a reparar los daños relacionados con delitos violentos. Estos programas ofrecen respuestas inmediatas a la crisis y también apoyo a largo plazo.
La intervención contra la violencia en las comunidades implica relaciones entre fuerzas de ley y orden, partes interesadas de la comunidad y proveedores de servicios. Estos programas identifican a las personas más conectadas con los ciclos de violencia para actuar como disuasivo de una comisión de algún delito violento. El componente clave de este modelo es generar confianza y responsabilidad entre las fuerzas de ley y orden y las comunidades a las que sirven, al mismo tiempo que brindan apoyo a las personas que corren mayor riesgo de sufrir delitos violentos.
La prevención del delito impulsado por programas de diseño ambiental y social son programas que funcionan en las comunidades reduciendo los delitos y la violencia mediante el uso de la arquitectura y la planificación urbana para crear o restaurar espacios públicos donde la comunidad pueda reunirse y sentir que han recuperado sus espacios públicos y comunes. Se ha demostrado que la restauración de lotes baldíos y la inversión en el entorno físico con alumbrado eficiente reducen el crimen y la violencia. Cuando las comunidades se proyectan seguras, la gente se siente segura.